...Pues olvidan al mundo y el mundo las olvida a ellas; Brillo eterno de la mente inmaculada, cada oración aceptada y cada deseo renunciado." Alexander Pope.
Cual Vestal olvidada, hoy domingo me olvidé del mundo y me quedé aquí. El resultado: Soy blogger, he colapsado la página de inicio de facebook (¿cuándo no?) y he visto una película de esas que te tocan...
"Benditos sean los olvidadizos pues superan incluso sus propios errores." Alexander Pope otra vez... Ironías de la vida supongo. Ahora ya estoy segura. Ironías.
Por si alguien quiere verla, la peli es "Eternal sunshine of the spotless mind"
La mayoría de las veces que escribo algo, lo hago como si fuese un monólogo interno. Empiezo con el "bla bla bla" y creo que nadie se enterará de lo que quiero decir, simplemente porque es confuso. Yo lo entiendo porque sé de qué va... ¿y los demás?
Curiosamente, cada persona adapta mis palabras a su historia y se siente identificada en cada frase, eso me sienta bien, es mejor así. Me gusta que sea así.
Y aquí sigo a éstas horas... pensando y pensando mientras escribo, saltando de un tema a otro... lo cierto es que hoy estoy menos clara que nunca, o eso creo. Pero no quiero dejar de escribir.
La fantasía suele hacerme compañía hasta que la realidad me estrella... como a todos ¿no?
Sí, sé que hay personas muy realistas que quizás no se permiten soñar... Yo en cambio me rindo a los sueños y no es tan bueno, sobre todo cuando llega la hora de despertar. Es entonces cuando me reprocho haber cerrado los ojos, pero no lo puedo evitar, es parte de mi naturaleza...
Tampoco es tan horrible... Una vez piso descalza la fría realidad, ya no siento.
El hielo calma el dolor, la realidad tiene el mismo efecto. Al principio quema, breve pero intensamente, lo justo para despertarte y luego ya no hay frío ni dolor, solo un hormigueo molesto y a la vez agradable que te hace sentir vivo.
He pisado la realidad muchas veces y estoy convencida de que aún no han sido suficientes... quizás nunca es suficiente, siempre se aprende algo nuevo durante el cosquilleo.
Los pies se calientan de nuevo, las heridas sanan, la vida sigue. Y vuelvo a cerrar los ojos, a entregarme a ese confortable sueño del que un día irremediablemente despertaré...
Soñar no está mal... pero a veces se confunde el sueño con la realidad y nose si muchos somos capaces de insensibilizarnos para que no nos duela cuando finalmente tengamos que despertar...
ResponderEliminarPor mucho que lo intentemos no vamos a insensibilizarnos del todo... somos humanos y cada vivencia se hace un lugar en nuestra cabeza y nuestro corazón, para bien o para mal...
ResponderEliminarY cuando haya que despertar, también tocará seleccionar lo bueno y lo malo para poder crecer como personas.