EN EL AIRE Y MÁS ALLÁ...

jueves, 28 de abril de 2011

ILUSA

Creía que cerraría el círculo; que una vez me hubiese deshecho de cuantas palabras quería sacarme de dentro y expuesto tanta sinceridad rayando la vulnerabilidad como podía y quería permitirme, quedaría como nueva...

Y no volvió a fallarme el maldito séptimo sentido cuando me susurraba que aún no era tiempo de dar el paso.

He vuelto a desviarme del sendero de la realidad y a perderme en el bosque del deseo de su mirada en mis ojos, de su fragancia en mi nariz, de sus besos en mi boca, de sus palabras en mis oídos, de sus caricias en mi piel.

Trato de guardar los recuerdos donde no me lastimen, hasta que pueda usarlos para reconstruirme como solía hacer en el pasado y como ansiaba hacer ahora a destiempo, por querer creer que esto fue lo mismo, por pretender vano el sentimiento que me hizo renacer.

Dentro de mi cuerpo contienden los pensamientos: los buenos, los malos, los neutros... me agotan hasta sumirme en el sueño y ni siquiera en la incosciencia me dan tregua.

Que se esfume la incertidumbre, que las dudas no corten en pedazos la cordura que me queda.

No hay llanto lavando heridas, ni risa cicatrizándolas... sólo una pausa que poco a poco merma  el brío de mi espíritu.

¿Cómo se sigue adelante, sin mirar a atrás? 
Encontrando motivos.

¿Y dónde se supone que están?
Tú misma eres uno. El más importante.

¡ES HORA DE DESPERTAR!

//  Me he encontrado este inédito por ahí xD
es una pena que escriba tan bonito cuando me siento tan mal... Pero como escuché alguna vez, los escritores dejan en cada letra una parte de sí mismos, se van desgarrando con cada palabra, curándose las heridas y haciéndoselas a la vez ellos mismos, maravillando a los demás y apagándose poco a poco. Espero que les guste =) //


domingo, 3 de abril de 2011

DELIRIO DE ABRIL

Su voz apagada se ahoga antes de salir a volar, a herir, a halagar.
Su mirada cristalina, en otro tiempo llena de felicidad, hoy resta brillo a su rostro al proyectar el suave vacío solo perceptible por quien la conoce de verdad: Ella misma.
Su sonrisa indistinta, diferente, menos amplia, engañosa... Tan bien marcada como las horas de un reloj, que a su vez lleva retraso y cuenta con exactitud el tiempo pasado.
Su cabello baila con la brisa, más alegre que ella.
Su nariz investiga cada perfume que le llega y lo compara con el recuerdo.
Sus oídos atentos por si escuchan de nuevo esa voz tan única, tan suya. Tan solo una palabra... Su nombre.
Sus labios que aprendieron a besar un amanecer de Agosto siguen encaprichados con el maestro, incapaces de perderse en otra miel.
Sus ojos lo siguen buscando cuando camina por la ciudad, y tan solo es ciudad el camino recorrido con él.
Sus manos inquietas quieren hacer magia en aquella piel, pálida y cálida, deseosa.
Otra vez es Abril y no están sus cuerpos cerca, como debieran. Todavía no. Como ayer. Como mañana.
Otra vez la Esperanza agoniza creyendo que encontrará cura a su mal.